La mujer ha sido objeto de injusticias y discriminación desde tiempos muy ancestrales hasta la historia reciente. Es cierto que se ha avanzado mucho en esta cuestión, pero todavía sigue habiendo pinceladas de machismo que poco a poco se deben de ir puliendo.
Fue durante la década de los años 60 cuando empezaron a surgir movimientos feministas reivindicando los derechos que las mujeres no tenían hasta entonces. La base de todo radica en la educación. Desde la niñez, hay que educar a esas niñas y niños para que se desarrollen en una igualdad plena para ambos. Por desgracia, tanto algunas madres como algunos padres, siguen diferenciando los juguetes que deben de tener por razones de género, incluso los colores se siguen diferenciando. Los cuentos infantiles son muy machistas y se siguen utilizando, dando a entender que el príncipe es guapo y proteje a la débil protagonista, sumisa y vulnerable.
Cuantas veces hemos oido decir los hombres no lloran, o al niño que se le ha visto llorar lo han llamado niña. Todo esto debe cambiar desde la base, con una educación básica y plena que desde que son muy pequeños y pequeñas deben de asumir como algo normal.
Las niñas tienen que crecer libres para sentir, para actuar y para expresarse. Son ellas y ellos los que se tienen que manifestar en público para defender la igualdad. Ser ajenas y ajenos a esos modelos establecidos que los medios de comunicación nos bombardea, las redes sociales, el cine, la literatura, el teatro, etc, donde se establecen los cánones determinados por sexo que lo único que consiguen es que la brecha entre ambos y ambas nunca se termine de cerrar.
Algo importantísimo sería que los propios gobiernos legislen y aporten las herramientas necesarias para poder combatir las desigualdades, la brecha salarial, la explotación sexual, la violencia machista para así poder llegar a una sociedad más justa.
La autora, con este acertado trabajo, trata de acercarnos al feminismo para que lo veamos como algo necesario, dejando atrás la mala concepción que se tiene como lo contrario del machismo. La diferencia radica en que el machismo trata de aupar al hombre por encima de la mujer, mientras que el feminismo por lo que lucha es por la justicia que las mujeres demandan, para vivir en una sociedad igualitaria y justa.
El libro está estructurado en tres partes. El primer bloque, con dos capítulos, nos desarrolla lo que es el feminismo, un poco de historia, el patriarcado, machismo, sexismo, misoginia, la sociedad feminista, mujeres sexistas y sororidad.Veremos la importancia de educar en el feminismo, estereotipos de género, juguetes y juegos, referencias culturales, Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), injusticias que se cometen hacia las niñas, la ocupación del espacio por parte de los hombres, la brecha salarial, agresiones y violencias, etc.
El segundo apartado, a través de tres capítulos, nos habla de la coeducación, con el objetivo de educar en igualdad, educar a los niños en el feminismo, identidad y todos aquellos aspectos que victimizan a las niñas.
Por último, la parte tercera, con un capítulo único, nos habla de las relaciones entre chicas y chicos. Aquí se abordan temas como el mito del amor romántico y la sexualidad, como se manifiesta la violencia en la adolescencia.
En la parte final del libro, tenemos un apartado denominado "Colofón", muy interesante de leer donde nos aportará una visión muy importante de como visualizar la justicia.
Un libro, en mi opinión, imprescindible para abordar un tema tan injusto que en pleno siglo XXI, sigue siendo una asignatura pendiente que hay que abordar con valentía y educación.
Os recomiendo que si tenéis la oportunidad, consigas un ejemplar de este trabajo tan maravilloso que ha echo la autora.
Le pongo la nota más alta en mi blog.
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