domingo, 17 de julio de 2016

Reseña Guìa para volver a casa de Enrique Martìnez Lozano

Lo sepa o no, en todo lo que emprende, el ser humano no busca otra cosa que “volver a casa”. Ese es su mayor anhelo y el motor de su existencia. La “casa” es nuestra verdadera identidad. Por tanto –y esta es la primera paradoja-, buscamos lo que ya somos, pero que en gran medida ignoramos. La ignorancia nos hace buscar a tientas y la añoranza nos empuja a compensar. Porque, mientras nos creemos lejos de casa, sentimos frío y vacío, que tratamos de compensar con mil objetos sustitutorios: dinero o poder, imagen o títulos, placeres o creencias, sexo o religión, relaciones o soledad… 
La sensación de estar lejos de casa se manifiesta como ansiedad, que nos hace adictos a cualquier cosa que pueda aliviarla. Pero no hay satisfacción posible mientras permanezcamos en la ignorancia. La realidad es que no hay ninguna lejanía. Aunque hayamos pensado lo contrario, nunca hemos estado –ni podemos estar– fuera de casa. Lo que necesitamos es, sencillamente, caer en la cuenta de que ya estamos en ella. 
El autor se acerca al evangelio como palabra de sabiduría. En Jesús encuentra a un hombre sabio que vivió plenamente consciente de su identidad, que no es separada de la nuestra. Y en la palabra del evangelio percibe guiños que inspiran, sostienen y alimentan el camino de “vuelta a casa”, aquella identidad una que compartimos con todos los seres. Por eso, al encontrarla –al caer en la cuenta–, nos encontramos a nosotros mismos y a todos los seres. A esa “casa” Jesús la llamó “tesoro escondido”, “perla”, “semilla”, “Reino de Dios”, “Vida” o “Padre”. Al encontrarla, comprendemos que todo lo que dijo Jesús lo podemos decir cada uno de nosotros con la misma verdad. Todo ser humano puede decir: “Yo soy la vida” o “El Padre y yo somos uno”.

Opiniòn personal


Desde tiempos ancestrales, el ser humano siempre ha buscado regresar a casa, lo hemos deseado siempre porque la casa es nuestra verdadera identidad.Buscamos lo que somos en realidad y en ese camino estamos aunque no seamos conscientes de ello.
En esta obra, el autor nos pone delante la gran sabiduría que contienen los evangelios y las palabras de Jesús para que podamos encontrar nuestro camino a casa, que no es otra cosa que nosotros mismos.
La casa, la denomina el propio Jesús, de diferentes maneras como "Reino de Dios", "Padre", "Tesoro escondido", entre otras denominaciones. Todo lo que Jesús dijo no es algo que no podamos decir nosotros mismos, por que todos somos uno.
Este libro guía, nos ofrece, a través de sus más de cuatrocientas páginas, un rico legado escrito para conseguir entender el verdadero camino que tenemos que seguir para volver a casa.
Está estructurado en una introducción, tiempo de adviento, tiempo de navidad, tiempo ordinario, tiempo de cuaresma, tiempo de pascua, tiempo ordinario y cierra con un índice de las lecturas evangélicas.
A través de la sabiduría de los evangelios, encontraremos situaciones que nos van a enriquecer mucho a nivel espiritual, para acercarnos a esos conocimientos que transmiten estos escritos sagrados.
Estos evangelios lo que pretenden es ayudarnos a ver, a mirar más allá de nuestra mente. Saber volver a casa cuando hayamos superado todo el engaño que nos rodea.
Cada uno de nosotros somos la casa, pero nuestra mente nos hace buscar fuera lo que ya tenemos frente a nosotros, solo nos queda reflexionar para darnos cuenta que no tenemos que mirar fuera, por que ya lo tenemos dentro.
Este libro nos va a ayudar a conseguir ese despertar que todos necesitamos para conseguir la paz, la felicidad y todos los valores que tenemos perdidos.
Os recomiendo esta obra. A mi he servido de gran ayuda para comprender muchas cosas que tenemos delante pero no somos capaces de ver.

Agradecer el envìo del ejemplar a Desclèe de Brouwer

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