Colección: Miscelánea P.V.P: 16€ ISBN: 9788415940166 Páginas: 296 Formato: 15×21 cm Encuadernación: Rústica con solapas
Atraído por la ayuda humanitaria, Fernando Mesquida emprende un viaje a la India como voluntario, que cambiará su visión del mundo y de la vida. Divide su relato en tres etapas que se corresponden con tres miradas diferentes: la preparación del viaje, la inmersión en la sociedad india y el regreso.
Durante su labor de cooperación en el sur de Bengala con el Instituto Indio de Madres y Niños (IIMC), conocerá la extrema pobreza a la vez que la ingente labor de un organismo que ha sido capaz de cambiar la realidad de aquella región.
Esta narración nos desvela la vida cotidiana en otro mundo y otra cultura, a los que el autor nos acerca mediante un discurso directo y conmovedor.
Opiniòn personal
Hoy quiero presentaros un
libro muy bonito, con un trabajo solidario que merece mucho la pena tener en
cuenta.
Son casi 300 páginas que
nos van a sumergir en la realidad de la sociedad india, sus problemas y sus
gentes.
El libro está estructurado
en tres partes:
Antes del comienzo del
libro tenemos unas introducciones, un prólogo y una breve referencia a Yoti,
una niña de 4 años que estaba ingresada en el hospital de Sonarpur por la
amputación de un pie por un tren.
La preparación del viaje
es la primera parte del libro. Nuestro escritor solía ir al Mirador de San Nicolás,
después de recorrer las calles del barrio del Albaicín de Granada donde le
gustaba reflexionar. Un encuentro con una pareja, el hombre ciego y una documentación que cayó en
sus manos sobre un matrimonio que habían viajado al tercer mundo, hizo sentirse identificado con ellos. Se decide a participar en un curso de
Educación para el desarrollo impartido por el SETEM.
Allí coincide con unos compañeros
de curso, Julia, Raúl y Silvia, bastante más jóvenes que él, pero eso no le
hace sentirse mal en ningún momento, todo lo contrario, se siente completamente
integrado e identificado con ellos s pesar de ser diferentes.
En los últimos días del
curso coincide con el Doctor Sujit Brahmochary, fundador del Instituto Indio de
la Madre y el Niño. ONG a la que irá
como voluntario. Conocerá a Bea y Carlos, con experiencia sobre la India.
Antes de partir se
documenta bien sobre el país a través de internet, revistas, y otros medios, habiendo leído a demás diferentes libros sobre
el tema para conocer esta sociedad, su arte, la economía, sus tradiciones espirituales
y su religión para un conocimiento lo más completo posible para realizar esta
empresa.
Luces de bengala es la
segunda parte de este libro, que nos habla sobre la vida de la sociedad india.,
su integración en el país. Su llegada y su trabajo. Esta segunda parte esta extraído
de su diario que escribió en Bengala
En un lugar muy recóndito
del país colabora con las estudiantes de medicina voluntarias alemanas Mónica e Isabel, allí coincide también con Kamali,
la enfermera, quien le enseña a poner inyecciones entre otras cosas.
Su vida cotidiana transcurre
entre madres con bebes en brazos, personas ancianas y no tan ancianas pero muy
castigadas por las condiciones de vida que les hace aparentar una edad más
avanzada que la real. Pero no es todo
sufrimiento, gracias a Angela, Nicoleta, María, Alessandro y Lorenzo, unos
voluntarios italianos, su estancia resulta algo más llevadera, teniendo incluso
momentos para echar algunas risas o salir.
Esta segunda parte del
relato nos detalla su trabajo que no solo consiste en curar, asesorar a las
mujeres para los microcréditos es otra de las facetas que realiza. Dar
esperanza a estas gentes en poder realizar y tener un futuro para desarrollar
las facultades de gentes sin recursos. Ayuda humanitaria en todas sus facetas y
para todo tipo de personas, niños, mujeres, embarazadas, ancianos.
La última parte es la vuelta a mi realidad, es
el regreso. Siente la nostalgia del trabajo bien hecho, tantas heridas que
lavo, a tanta gente que ayudo en la sala de enfermería mitigando sus dolores
con una entrega que solo se puede hacer teniendo una preciosa alma como la que
esta gente tiene. Recuerdas a los maravillosos compañeros que conoció, que
aunque eran mucho más jóvenes que él, les hizo sentir algo muy especial. Atrás deja el recuerdo positivo de las
celebraciones religiosas a las que asistió con ese magia. Las gentes que
conoció y a las que ayudó.
Y volvió al mirador de San
Nicolás, en Granada, pero ya su
experiencia vivida en aquellas tierras mágicas de la India y sus gentes hizo
que su mente pensara en cosas muy profundas mientras contemplaba las vistas de esta
otra parte del mundo.
El final del libro contiene
fotografías que expone con una calidad impresionante que te pone ojos para ver
parte de lo narrado por el autor que te
sumerge en esta parte del mundo y te hace ver su realidad..
El libro es un trabajo que
nos acerca a los habitantes de Bengala del sur. Dos realidades diferentes, separadas por tanta
distancia, el autor nos la acerca para que tengamos información de primera mano
de lo acontecido en ese hermoso rincón del mundo.
Es una obra que me ha
cautivado y me ha hecho reflexionar mucho sobre el pequeño granito de arena que
si todos aportáramos, podrían acabarse estas grandes desigualdades en el mundo.
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