El mago de Oz
Los reyes han traído a esta casa este fabuloso libro que te llena de magia e ilusión desde antes de leerlo.
Dorothy, una niña que vivía con sus tíos Henry y Em en Kamsas después de quedarse huérfana. La pradera donde vivía era un sitio gris al igual que sus tios, el único que le daba el toque de color a la vida de la pequeña era Toto, el pequeño perro.
Un día, Henry descubre que está a punto de pasar un ciclón, y de repente la casa dio vueltas y se elevó por los aires.
Mientras la pequeña notaba como se elevaba la casa se quedó profundamente dormida.
Al despertar descubre que se encuentra en un lugar rodeada de rica vegetación con hermosos espacios de verdes jardines y arboles frutales preciosos.
Tres hombres y una mujer extraños con unas vestimentas atípicas y sombrero se acercan a ella. La mujer, anciana, le da la vienbenida al mundo de Munchkins, dándole las gracias por haber matado a la malvada bruja del este. Ante la perpejidad de la jove que no da crédito a las palabras de la mujer, esta le explica que gracias a la ubicación de la casa, en el momento de haber sido puesta en ese lugar a aplastado a la malvada bruja. Dorothy comprueba que bajo los cimientos de la vivienda se ven los dos pies de la bruja.
La anciana comienza a explicarle que en el mundo de Oz hay cuatro brujas, dos de las cuales son malas. Ella es la bruja del norte y es buena junto con la del sur; sin embargo la recien fallecida bruja del este y la del oeste son malas. El deseo de la niña es volver a Kamsas y les pide ayuda para llegar a su hogar. Este mundo esta rodeado por vastos desiertos impracticables.
La bruja buena le dice que recoja los zapatos de plata de la recien muerta bruja, porque tiene poderes mágicos que desconoce.
Dorothy emprende su viaje a la Ciudad Esmeralda. En su viaje al pasar por un sembrado se topa con el espántapajaros que quiere ir con ella para pedirle al mago que le de un poco de cerebro.
Mientras juntos van por el bosque se encuentran un hombre todo de ojalata talando árboles quien le pide que vaya por aceite para desengrasar sus oxidadas articulaciones.
Tras contarle las intenciones de ambos para ver al gran mago, nuestro nuevo personaje quiere unirse a ellos para solitar que le den un corazón.
Estos nuevos amigos van contándose sus anécdotas y en una parte del bosque conocen a un león cobarde ,que cuando les explican el motivo de su viaje, decide unirse a ellos para que el mago de Oz le dote de valentía.
Los cuatro amigos, junto al pequeño perrito Toto se dirigen hacía el lugar donde el gran mago puede devolverles la ilusión viviendo una aventura asombrosa que merece la pena ir descubriendo.
Es sin duda un cuento clásico que debe leerse en algún momento para disfrutar de una historia fabulosa.
Destacar la ediciòn de Circulo de Lectores,con unas ilustraciones de Jùlia Sardà.
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