La aparición en una casa de Sepúlveda de los Olmos del cuerpo incorrupto de una joven, que algunos lugareños afirman es Santa Lucía, hace viajar hasta allí a algunos enviados especiales. El problema es que Sepúlveda de los Olmos no es un sitio cualquiera: nadie sabe dónde está y ni siquiera es seguro que exista. Los que al fin logran llegar hasta allí guiados por su intuición, como Germán Arias, joven periodista a la caza de la noticia, descubrirán no sin sorpresa que se trata de un lugar donde los prodigios más inesperados son algo cotidiano para sus habitantes que de nada se asombran, ni siquiera cuando el pueblo abandona su emplazamiento elevándose en el aire en un vuelo que acabará llevándole a asentarse en el Valle de Josafat, camino del infinito. En ese inesperado trayecto, la vida de los olmosepulvedanos y la de los recién llegados va a experimentar grandes transformaciones que les obligarán a reflexionar sobre sus existencias y revisar sus planteamientos de presente y de futuro.
Opinión personal
La imaginación no tiene límites. He leído todo tipo de fantasías, pero nunca la de un pueblo que literalmente se desplace por los aires, una idea excelente por parte del autor.
Es un libro bastante extenso, de casi seiscientas páginas, estructurado en tres partes.
Es una novela que se lee muy bien. Engancha desde un primer momento. Está escrita con mucha maestría, consiguiendo el autor un buen argumento y una magnífica historia.
Durante el relato aparecen un sin fin de personajes, siendo el periodista German Arias, el principal protagonista.
Para la comodidad del lector, en las últimas páginas, aparece un listado detallado de todos los personajes por si no lo ubicamos en ese momento.
Es una historia muy original con un argumento muy bueno que convierte la lectura en magia.
En una casa de Sepúlveda de los Olmos, aparece el cuerpo incorrupto de una mujer joven, se empieza a rumorear que es Santa Lucía.
Al lugar empiezan a llegar diversos periodistas de distintos medios de comunicación, como German Arias, de 26 años que había conseguido el puesto de periodista en el periódico "La Verdad", con algo de enchufe. Su Jefe le encomienda ir a documentar lo sucedido y el para demostrar su valía accede.
Su novia Ana le lleva a la estación, y allí se despide de ella. En el tren se duerme y se pasa de estación, pero con ayuda de algún conductor consigue llegar al pueblo. Conocerá a Senén, el de la huerta, quien le recomienda que se hospede en "La Tamaya", un sitio económico con buenos servicios.
Allí es atendido por La Tamaya, mujer que lleva el local del mismo nombre, una mujer peculiar que nada más verle empieza a tirarle los tejos.
Marta también se encuentra allí alojada. Es otra periodista y además se conocen de la Escuela de Periodismo. Desde ese momento ella le ofrece acompañarlo. Comen en el bar "Casa Cándida" donde conocerá a sus colegas de profesión que han ido también a informar sobre los acontecimientos. Está Crispín del Diario Montañes, Alvar del Norte de Castilla, Fermín del Ronda del Sur, Agapito del Diario de Ávila y la Estrella y Oriol de la Vanguardia.
Su sorpresa es mayúscula cuando se encuentra al hermano de su madre, su tío Martín.
En este lugar, Germán descubrirá que es un sitio muy peculiar donde ocurren cosas asombrosas como santas olorosas, mariposas cantarinas, monjas enanas volanderas, periodistas que adivinan el futuro.....personas que han desaparecido del resto de la humanidad y se encuentran allí. Todo esto es algo natural para los residentes del pueblo. Ni siquiera se asombran cuando el pueblo vuela literalmente hacía lugares como el Valle de Josafat, camino del infinito. Durante el trayecto, la vida tanto de los lugareños como de los recién llegados, experimentarán grandes transformaciones que harán que reflexionen sobre su existencia y sus planteamientos sobre el presente y el futuro.
Es un libro que me ha gustado y que espero que os guste a los lectores que lo sigáis.
Recomiendo su lectura, garantizado muy buenos ratos de lectura.
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