La novela, estructurada sobre los pilares de la amistad, la
solidaridad, el amor y la fuerza determinante del destino, dispone de un
hilo conductor, como un lazo que los reúne, el tren, sin el que la
historia no tendría sentido porque las situaciones van surgiendo en los
habitáculos reducidos de sus compartimentos.
Un viejo marino, una joven socióloga brasileña y una dama de la
alta burguesía coinciden en un viaje a Barcelona. Los tres por separado
viven experiencias indeseadas en esa ciudad. La dama mayor por la
desafección de sus propios hijos. Los otros dos, por una manifestación
antifranquista, donde el marino libera por la fuerza a un muchacho de
ser detenido por la policía, siendo perseguidos sin advertirlo en su
carrera hasta el Paralelo, donde el joven, tras despedirse, sufre una
brutal paliza que podría haber sido mortal, si el marino no intermedia y
empuja hacia la calzada al político-social. El policía muere al chocar
accidentalmente con un camión. La joven brasileña está presente en esa
concentración en un asesinato policial contra otra joven justo a su
lado, siendo, asimismo, perseguida por ser una testigo peligrosa. Así
que coinciden desasosegados de nuevo en el tren que los devolverá a
Madrid.
Entre todos se establecen unos vínculos afectivos en San
Fernando (Cádiz) y Madrid por otras situaciones arriesgadas que van
surgiendo, y que el tren va igualmente proporcionando, en las que se
precisa un compromiso social muy peligroso. Un niño, hijo del joven
salvado de las garras policiales, transcurrido el tiempo, será la brisa
aún más fresca que ventile los discursos existenciales de los
personajes.
Se puede asegurar que todos los personajes reivindican en la
historia, coral como se dice mucho ahora, su propia entidad, incluido el
expreso con su titánica fuerza.
Opiniòn personal
Hoy
quiero presentaros un libro bastante entretenido para unos ratos de entretenimiento.
Es
un relato de algo más de 400 páginas estructurado
en 40 capítulos. El lenguaje utilizado es muy fluido y muy fácil de seguir con
una historia bien hilada.
Una
amistad que se hila en un tren, donde coinciden los personajes de esta
historia.
Por
un lado tenemos a Manuel Chamorro, un viejo marino criado en la localidad gaditana de San Fernando.
Otro personaje es una brasileña
socióloga de nombre Isabela Rodriguez , nacida en la ciudad brasileña Recife. Y
por último una mujer de la alta
burguesía, Margarita de Andrade y Monterrey, viuda de Federico Montemayor a la
que el marinero apoda como “La Baula”.
Todos
coinciden en un viaje a Barcelona y durante el trayecto una amistad surge entre el marinero e Isabela,
sintiéndose a veces desplazada Margarita a quien a veces Manuel , a modo de
burla, la nombra por otro nombre haciéndose el despistado. A pesar de la
diferencia de edad entre Isabela y Manuel surge una bonita amistad, hablan de
temas que tienen en común como son los libros, música, gustos personales.
Entre
cabezadas de sueño en el viaje los tres personajes van recordando parte de sus
vidas que nos irán dando a conocer más sobre estos protagonistas de la novela.
Cuando
llegan a su destino se facilitan la forma para contactar en un posible futuro.
Margarita notará en Barcelona la soledad que la rodea con
unos nietos que ni la conocen. Esto provocará que quiera volverse a su casa por
los desplantes de sus nietos y la forma
en la que ha influenciado su nuera en su hijo según ella. En el traslado en
taxi hacia la estación es detenida por la policía a causa de un corte de calle
por donde se dirigían.
Isabela vuelve a
un antiguo lugar donde se encontraba con sus antiguos compañeros, bar situado en el “Portal del Angel”. Allí
entabla conversación con José, el camarero, quien en principio no se acuerda de
ella. José le terminará contando cómo han terminado estos
compañeros, los malos tratos sufridos
por la Mari en su matrimonio, el paradero desconocido de Juan, el ligón del
grupo y con el que tuvo algún lío amoroso , etc.
Manuel ha ido a arreglar sus papeles para la jubilación,
saca su billete para volver a su tierra, pero antes quiere dar una vuelta para
visitar las iglesias del lugar. En una manifestación conocerá al joven
Antonio, al que salva de la policía con un incidente grave que termina
ocurriendo.
De vuelta en el tren vuelven a encontrarse los
protagonistas. Manuel ha cambiado de nombre y de aspecto personal para no ser
identificado. Isabela también huye de algo, haciéndose pasar por la sobrina
de Margarita.
De todo esto surgen unos lazos que poco a poco iremos
descubriendo en este entramado para dar consistencia a esta historia tan bien
hilada.
Amistad, amor, el capricho del destino a veces, se dan
cita en este libro que creo que merece mucho la pena disfrutar.
Recomiendo la lectura de este título que me ha
proporcionado unos maravillosos ratos de entretenimiento.
Agradecer a Ediciones Atlantis el envìo del ejemplar
Autor;Francisco Romo Almena
Nace en 1949 en Belalcázar (Córdoba). Hijo de agricultores, se
traslada con sus padres y tres hermanos a Madrid en 1955 para buscarse
entre todos un futuro incierto. Mal estudiante, termina por fin sus
estudios preuniversitarios. La imposibilidad de matricularse en Medicina
por ser únicamente facultad diurna y la precaria economía familiar lo
empuja a probar en Ciencias de la Información para hacer cine –una de
sus grandes pasiones– por impartir clases vespertinas. Abandona la
facultad por las deficiencias que no soporta y se hace maestro del
Estado donde ejerce durante 33 años, disfrutando de la frescura y la
rebeldía de la juventud.
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