Una vez más, Enrique Hormigo nos fascina y conmueve con su habilidad y avezado psicologismo para retratar lo peor y lo mejor de la condición humana, entreverando generosidad e ingratitud, amor y odio, virtud y perversión para embarcarnos en una sobrecogedora y descarnada aventura.
Opiniòn personal
Hoy traigo un libro, que
aunque por la portada pueda parecer otra cosa, es sin embargo un relato
interesante que merece la pena leer.
Son 374 páginas las que
componen este relato. Esta escrito de forma que hace agradable la lectura y es
bastante entretenido son una dosis alta de intriga.
Es una historia que crea
adicción, estás deseando avanzar para ir descubriendo cosas para esclarecer el
misterio y los motivos que nos ocupan en esta trama.
Emilio Galvez, es un
detective. Un día, por la mañana, recibe la visita de un desagradable
personaje. Se trata de Eusebio Salmerón, un hombre de mal aspecto, sucio,
desareglado, desagradable, con un lenguaje tartamudeando, muy vulgar, quien solicita los servicios de este
investigador para que encuentre a su hija Patricia, de 18 años, recién cumplidos, que se
ha marchado de casa dejando únicamente una fotografía erótica, donde se le ve
un tatuaje, y una carta dentro de un sobre sucio y arrugado que le entrega.
Este cliente no aporta más
datos, desconoce con quien o donde ha podido irse su hija, que al parecer se ha
llevado todas las fotografías recientes. Además, por su forma de ser, es una
persona que no le cae bien a nuestro protagonista debido a sus desagradables
modales.
Con estos pocos datos
Emilio se pone manos a la obra. En sus pesquisas consigue saber que
posiblemente se ha ido con un hombre que pasa de los 40 años de nombre
Francisco, al que apodan Pacuá y que ha
adquirido un piso en propiedad en la calle Santo Ángel 53. Se desplaza al lugar
y se entrevista con el portero de la finca, haciéndose pasar por un repartidor
que le lleva un paquete a nombre de Patricia.
Este portero le dice que
Patricia vivía junto a un hombre, pero que llevan varios meses sin aparecer por
allí; sin embargo hay movimientos de vez en cuando con alguna pareja que
ocasionalmente utilizan la vivienda para realizar encuentros sexuales. A cambio
de 50 euros le va a comunicar cuando vuelva a ver alguien por el piso. Emilio,
a pesar de sentir repugnancia por este portero por sus comentarios despectivos,
sexistas y desagradables hacía Patricia, acepta el pago a cambio de futura
información.
Un día llega la llamada esperada.
Empezará a hilar cabos, alternar en locales de alterne, ahí conocerá a Luna,
una prostituta, obligada, y toda una red que tiene el desalmado Pacuá que le
llevará hasta Patricia.
Según te vas metiendo en
la historia de vas dando cuenta las vejaciones y la desagradable vida inhumana
que los toca vivir a estas pobres mujeres por culpa de personas sin escrúpulos como esta banda de
criminales que se dedican al tráfico de mujeres.
El libro pienso que merece
la pena, para conocer el sórdido mundo cruel que se vive en las redes de
prostitución y los monstruos que los secundan.
Agradecer a Ediciones Dauro el envìo del ejemplar
Me llamó la atención cuando lo vi en las novedades. Me alegro de que a ti te haya gustado.
ResponderEliminarUn saludo.